Eficacia contra la crisis con el cuadro de mando integral

La nueva situación del mercado está obligando a los directivos empresariales a replantear sus planes estratégicos para afrontar la difícil coyuntura. El cuadro de mando integral es una herramienta clave para lograrlo: permite desarrollar planes estratégicos efectivos plenamente alineados con los objetivos corporativos.

Obtener el máximo rendimiento de un negocio exige una medición exacta y continua de los objetivos. Los cuadros de mando suministran esta medición a tiempo real  integrándolo con los objetivos globales. ¿Por qué es necesario? Fundamentalmente, por dos razones:

• En primer lugar, no se puede gestionar lo que no se puede medir;

• En segundo lugar, aunque asignemos determinadas responsabilidades a determinadas personas dentro de una organización, también se ha de potenciar el nivel de compromiso de las personas, y el cuadro de mando contribuye a su representación visual.

Normalmente, las empresas suelen invertir demasiado tiempo analizando información dispersa y procedente de diferentes áreas, sin obtener una visión general de la compañía que sirva en la toma de decisiones.

La tecnología actual de cuadros de mando integrales incluye soluciones dinámicas que permiten monitorizar, analizar y elaborar informes de indicadores, dinámicos, etc.., brindando un auténtico marco colaborativo para la toma de decisiones. Un cuadro de mando integral permite desplegar la estrategia y actuar en consecuencia.  Las empresas necesitan disponer de información a tiempo real de los indicadores que aporten una alta capacidad de reacción y ajuste. Comparar el rendimiento actual frente a los objetivos fijados, o utilizar indicadores como los cambios de stock y de precios para predecir el rendimiento futuro, supondrán capacidades esenciales para mantener la competitividad del negocio.

Disponer de información a tiempo real no solo puede mejorar la gestión del negocio, si no que puede evitar la desaparición de una empresa, y más en los tiempos actuales, donde el control de ciertos parámetros puede salvarnos de la quiebra.  Gestionar el  plazo medio de cobro,  o conocer la rentabilidad de un cliente, asignarle riesgos, una eficiente gestión de impagados, gestión de stocks, gestión de tesorería, control de trazabilidad, control temporal y económico de proyectos, etc.., puede evitar a una empresa entrar en suspensión de pagos a pesar de haber incrementado las ventas.