Estas son las palabras del escritor Primo Levi, superviviente del letal campo de exterminio Nazi de Auschwitz: «Ocurrió. En consecuencia, puede volver a ocurrir».
Es conocido, aún muchos no lo creerán, Hitler llegó al poder de la mano de unas elecciones democráticas en el año 33, ayudado por la crisis en la que se vio inmersa Alemania tras la primera guerra mundial, y gracias al lanzamiento de mensajes populistas donde aseguraba solucionaría todos los problemas que sufría la sociedad alemana en aquellos momentos. Ya anteriormente intentó un golpe de estado que no fructificó, a su liberación cambio la estrategia para conseguir el poder de forma «lícita».
Todos conocemos más o menos la historia, todos se preguntar como pudo ocurrir, pero lo que nos muestran las películas y libros, suelen olvidar detalles importantes de como se llegó a esta situación.
El partido Nazi no inventó nada nuevo, solo radicalizó algunos de los mismos «mantras» que se han repetido una y otra vez a lo largo de la historia y que aún persisten hoy en día en muchos lugares del mundo.
– No es nada nuevo y persiste en la historia el racismo y la histórica supremacía de la raza blanca
– No es nada nuevo, y se repite en cada crisis, banqueros usureros se enriquecen a costa del pueblo, los judíos han sido siempre relacionados con la banca y el préstamo, y siempre han estado en el foco por este motivo.
– El comunismo como principal responsable de la crisis laboral y pobreza.
Llegaron al poder gracias a la máquina mediática del partido con mensajes populistas y con la promesa de devolver a la sociedad alemana el auge perdido, una vez en el poder, Hitler justificó auto otorgarse temporalmente poderes adicionales para poner orden. Desde su elección en las urnas en el año 1.933 al año 1934, en solo un año, la maquina de manipulación del partido Nazi transformó la sociedad, aunque esto ya se venía orquestando desde hace años internamente dentro del partido. Esto ocurría solo 6 años antes de que se proclamara la II Guerra Mundial.
En el año 34, solo un año después de ser elegido, ocurrió la «quema libros», quemando todos los libros que fueran contrarios a su ideología (eliminar el conocimiento y las fuentes de información), y a cambio regalan transistores. La radio era el mejor instrumento para servir a las necesidades de la máquina mediática Nazi, que controlaba el partido. Una forma muy inteligente de educar en la desinformación, manipulación a la sociedad. Hoy día se me viene a la mente el poder de redes sociales y medios de comunicación y el uso que se le da para el mismo fín.
A lo largo de la historia, los hechos se repiten, con menos o mayor intensidad, de una u otra forma, como un «deja vu». Acciones y discursos de unos y otros, me recuerdan a cosas que ocurrieron estos años. Cada uno de nosotros somos responsables de que no se vuelva a repetir. Porque ya no tendremos excusa, ya estamos advertidos, si ocurrió, puede volver a ocurrir.
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